Consultoría y Asesoría en Comunicación, Marketing Digital y Creación de Contenidos

Cómo usar el contenido orgánico para construir públicos personalizados


Casi todo el tiempo estamos escuchando acerca de la importancia de los contenidos en las estrategias de redes, enfatizando en que son una excelente manera de atraer seguidores, ofreciendo lo que se denomina ‘contenido de valor’.


El contenido que producen las marcas debe ser de utilidad para las audiencias, las cuales deben entonces generar mayor cercanía con la marca, la cual se va volviendo referente en su sector.


Por eso en esta post vamos a hablar de cómo usar ese contenido que producimos para crear nuestras propias audiencias, con intereses claros y potenciales sobre lo que ofrece nuestra marca.


Hablábamos en un post anterior acerca del plan de pauta y de cómo, si queremos ser relevantes en los medios digitales, es necesario contar con un objetivo claro, una estrategia y un presupuesto.


Dentro de todas las campañas lo que buscamos es llegar o impactar el público que pensamos puede estar interesado en nuestra marca o en nuestro producto.


Y para ello generalmente tratamos de definir lo que se conoce como el ‘buyer persona’, es decir, construimos o definimos un personaje, con todas sus características de personalidad y demografía, que creemos que puede ser nuestro comprador.


A partir de ahí empezamos a tratar de definirlo mucho mejor para lograr niveles de segmentación más precisos de modo que en nuestra campaña podamos incluir todos sus intereses, pensando que así nuestros anuncios van a llegar directamente a nuestro comprador potencial, a nuestro buyer persona.


Esta manera de pretender llegar a nuestros posibles clientes, ha sido y es bastante usada, y es por donde se empieza generalmente en una asesoría de marketing. Se arranca definiendo ese ‘target’, ese personaje imaginario que pensamos es nuestro comprador, y de ahí en adelante se empiezan a montar las campañas.


Las plataformas de pauta digital, cualquiera que sean, tienen la gran ventaja de poder efectivamente trabajar con esos datos estratégicos para buscar situar nuestros anuncios en el público correcto.


Esto es, en términos muy básicos, lo que diferencia la pauta en digital de la tradicional en medios masivos de comunicación, donde esta última no tiene cómo segmentar por intereses, demografía y hábitos de consumo de información. La pauta en medios masivos le apunta a eso precisamente, a que un montón de personas vean nuestro anuncio y le apuestan a que luego de verlo muchas veces, seguro lo va a comprar.


En digital trabajamos con datos, con análisis de información y, por supuesto, también con la repetición del mensaje, pero todo de manera más estratégica y sobre todo, con la posibilidad de optimizar el presupuesto. En las plataformas digitales, a diferencia de los medios masivos, puedes pautar casi con cualquier presupuesto. 


Pero bien, ¿qué pasa cuando en el camino de establecer mi buyer persona, no se logra construir una verdadera audiencia efectiva, un público realmente interesado en mi marca?


¿Qué hacer cuándo, a pesar de tener un listado de intereses o las palabras claves que creo le interesan a mis clientes, no se logra el objetivo y no se impacta la audiencia adecuada?


Pues bien, acá es cuando el marketing de contenidos empieza a desempeñar un papel bien importante, porque, conociendo quiénes o cuántas personas han interactuado con ese contenido, puedo definir una audiencia que efectivamente sí vio o se interesó por lo que la marca está publicando.


Esto, llevado a la práctica se traduce en que el contenido que haya tenido más interacción de manera orgánica, debo pautarlo para aumentar su alcance, así puedo construir un público realmente interesado en el producto, y en plataformas como Faceboook, por ejemplo, puedo convertir a todos esos que vieron mi contenido en un público específico, no solo para que vean la pauta, sino que le puedo pedir a la plataforma que busque personas similares y así aumentar el número de personas que potencialmente verían mi anuncio.


Para ser más claro, vamos a ponerlo así:


Cuando tengo problemas para definir bien una audiencia o un público que me sirva para las campañas, debo entonces crear unas campañas previas con contenido no comercial, o por lo menos no tan comercial.


Estos contenidos pueden ser videos, artículos, audios, libros, entre otros, para tomar las personas que hayan interactuado con esos contenidos y convertirlos en un público. Eso en el caso de Facebook, que es donde más provecho le puedo sacar a la segmentación de públicos. 


Y además, porque así lo permite la plataforma, con la data de interacción puedo buscar personas que se parezcan a esa audiencia e integrarlas en la campaña; logrando así que quienes vayan a ver los anuncios sean personas que ya han visto contenido de la marca.


Por eso es que son importantes los contenidos y por ello, además de tener una estrategia de pauta debo tener una estrategia de contenidos, de información relevante que me ayude a construir audiencia. Otro día hablamos del Pixel, ese otro componente que me permite establecer y extraer a partir de la navegación en mi sitio web, a mis compradores potenciales o aquellos que casi compraron, para hacerles lo que se conoce como retargeting.


Ya lo hemos dicho y lo reiteramos, ser relevantes en redes sociales y lograr conseguir objetivos comerciales a través de los medios digitales requiere de la articulación e integración de elementos, para hacer que las personas, conozcan nuestra marca, se identifiquen o se sientan cercanas, confíen, compartan nuestro contenido (lo que sería algo así como cuando un recomienda a alguien), y que puedan comprar nuestro producto o nuestro servicio. 


No olvides que desde este espacio queremos ayudar a informarte para articular las acciones que pueden potenciar tu negocio. No dudes en contactarnos.



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